jueves, 4 de abril de 2013

CUENTO NUMERO 1


El misterio de la casa abandonada

Introducción

Como todos los veranos Diana, Lucia, Jorge y Daniel coincidían en la misma ciudad de veraneo. Se lo pasaban muy bien y por las tardes iban a merendar a la casa del árbol, que había en un parque al lado de la playa.

Nudo

Por las mañanas, iban a la playa y este año estaban contentos, porque les dejaban ir solos a la playa, con la condición que a las dos, estarían en el apartamento a comer.
Una mañana salió lloviendo y les pidieron permiso a sus padres para ver si podían dar una vuelta por el pueblo.
  • Tenéis que ir con cuidado y no habléis con desconocidos -dijo la mama de Daniel.
  • - A las dos os esperaremos en la plaza del pueblo dijo el padre de Diana - ¡ y no lleguéis tarde!
  • ¡¡Vale!! dijeron todos muy contentos.
Y se marcharon decidiendo donde podían ir.
Tapados con los chubasqueros, iban hacia el parque y pasaron por una casa abandonada
-¡He visto a alguien en la ventana!- chilló Diana muy asustada.
  • Es imposible. L a casa esta abandonada- dice el valiente de Jorge.
  • ¡Es verdad!- dice Daniel- yo también lo he visto.
Lucia y Jorge se rieron de ellos. Decidieron entrar, y revolviendo encontraron un mapa.
Se marcharon muy asustados. Por la tarde en la casa del árbol miraron el mapa.
Final

  • ¡Es el mapa de la isla de aquí!
  • Tenemos que convencer a nuestros padres para ir allí.
  • Podemos ir en barco, pasar el día siguiente y nosotros mirar si hay un tesoro.
    Convencidos sus padres, al día siguiente con un sol brillante, todos cogieron el barco hacia a la isla. Los cuatro estaban nerviosos, porque no sabían lo que se iban a encontrar.
    La isla no era muy grande y mientras sus padres colocaban las toallas y las sombrillas, ellos fueron con el mapa a ver donde estaba marcada la x.
    Andaron un rato y vieron una pequeña cueva.
  • ¡Hay alguien allí! - dijo Diana, la mas asustada del grupo.
  • Si, yo también lo he visto, es el mismo hombre que el de la casa abandonada.
    Subieron a la cueva entraron a dentro y vieron un pequeño baúl. Muy nerviosos se pusieron abrirlo, se quedaron con la boca abierta. Encontraron una carta y cuatro colgantes. La carta decía:
    Queridos veraneantes, os conocisteis aquí y seguís juntos los cuatro. Es divertido veros todos los veranos y este verano he querido daros un regalo, y que sigáis como dice los colgantes”.
    Disfrutar de las vacaciones.
    Un saludo el hombre de la ventana
  • ¡ Veis como tenia razón y si que había alguien!
Corriendo miraron los colgantes

Los Cuatro Siempre Juntos

Les gusto mucho el regalo y los cuatro disfrutaron mucho de las vacaciones. Y no volvieron a ver a nadie en la ventana.

¡FÍN!

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